domingo, 15 de marzo de 2009

traducción de carta en italiano.

18 de junio de 2007

Me gustaría contar un poco…

En este momento alegría y felicidad invaden mi corazón, más de lo que podría haber imaginado. Acaban de pasar 4 días que transcurrieron intensamente. Que ganas de contarlo todo. Cientos de ideas vienen a mi cabeza cuando pienso en los días recién vividos… Desde el inicio, cuando nos encontramos todos en la estación de Reggio Emilia, distintos a cuando nos conocimos, para partir ansiosos y felices a nuestro campamento; supe que este campamento final lo quedaría grabado en nosotros como una experiencia maravillosa. No sé bien como, pero el jueves conocí a personas que el domingo ya eran amigas, personas a las que he tomado un gran cariño y no podría olvidarl. Empezamos con la partida en el bus, todos con las ansias y la curiosidad, hablando de estos meses en italiano, español, inglés, alemán, islandés y otros idiomas. Pero estábamos todos reunidos por un fin en común: hacer de nuestros sueños, los sueños de otros. Después la distribución de las piezas y el almuerzo en el patio del lugar, empezamos con los juegos para conocerse: “formen un círculo”: dice Paolo Brizzi, y 10 minutos después se escucha: “un círculo, no un óvalo”.
Después empezamos con las orientaciones, las conversaciones… Y un momento inolvidable e indispensable: La música, todas las canciones que nos reunieron a todos en una sola voz, con canciones que hacían recordar, reír, bailar… No hay mejor manera de vivir la diversidad. El segundo día empiezan las ganas de Paolo Brizzi de caminar, y después de 40 minutos con un grupo nos paramos a jugar cosas realmente divertidas en la mitad del bosque y de la calle, interrumpidos algunas veces por el grito de alguno: “auto”, para ver después a los conductores que miraban con cara extrañada; luego, volver a la casa acompañados de la lluvia y jugar, en medio del pasto a la pelota, fútbol, cantar y reír.
Y los días transcurrían así, hermosos, demasiado veloces, con nosotros y nuestras ganas de parar por un instante el tiempo. Y como olvidar todas las adivinanzas, los chistes, las curiosidades que tenía cada uno… Las ganas de contar, las ganas de mostrar a los otros un poco de lo que somos. Y un momento de relajo y risa, para todos el esperado: “talent show”, que después de escuchar a tantos quejarse diciendo: “pero yo no tengo talentos”, decidieron llamar: “exposición intercultural”.
Que noche más agradable, con gente de todos los continentes unida para mostrar un poco de cada uno. Que satisfacción sentí cuando con Ryota hicimos nuestros juegos y todos se reían y aplaudían felices; estuvo, como diría él: “meraviglioso”; como toda la noche… Noche empezada y terminada por Simone acompañado de nosotros cantando la canción del campamento: “lo torturo”.
Y después, el último día, cuando los voluntarios nos dedicaron un par de palabras, cuando todos comenzamos a llorar; un momento muy emocionante fue cuando Simone dijo unas palabras que nunca podría olvidar: “ahora tienen 2 opciones, volver a sus países y ser estrellas: brillar e iluminar con la luz de otro; o pueden ser soles: brillar e iluminar pero con luz propia.” Y después todos abrazados dejando que las lágrimas nos recorrieran cantábamos juntos.

Ahora me quedaría solamente agradecer, a los voluntarios por el tiempo que nos dedicaron y sus ganas de compartir todo lo que ellos vivieron; y a cada estudiante intercultural, por haber formado parte de mi vida y haberme enseñado un poco de la suya. Y recuerden todos que este no es el final, es sólo otro comienzo; el comienzo de algo nuevo… Y nunca dejen de brillar y llenar la vida de los otros con todo lo que ustedes son.
Y para los voluntarios me quedaría pedir que por favor sean iguales con todos los estudiantes, siempre, así los que vienen después de mí podrán recordar esta experiencia como yo la recordaré: maravillosa.

Y para terminar gracias a todos, a las personas que no estuvieron en el campamento pero sí estuvieron en el transcurso de esta experiencia, por confirmarme que las ganas de alcanzar la paz existen y por darme la certeza de que la diversidad es una de las cosas más bellas de este mundo y por demostrarme que todavía están presentes fuertemente en muchos de nosotros.

Y para terminar, continúen todos ustedes a hacer de este mundo un mundo más unido.
Muchas gracias a todos por este campamento que nunca voy a olvidar.

De un corazón chileno a miles de corazones en todo el mundo…

lunes, 2 de marzo de 2009

y encontró el nombre para su próxima mascota ...