

Una vez cuando era chica me caí por la ventana…
Estuve ahí acostada en la tierra por, seguramente, no más de 10 minutos; pero para mí parecían horas…
Cuando al fin llegaron a buscarme yo había parado de llorar y me había hecho al fin amiga del suelo…
Esa amistad siguió por años y lo encontraba en cada recoveco que esta grande casa tenía para mí en ese entonces; recovecos que hoy son esquinas…
Y esa ventana me recuerda mi niñez, porque una caída significó más que un descubrimiento y porque ese día descubrí que la espera valía la pena y que en mi desesperación podía encontrar muchas cosas nuevas…
1 comentario:
maravilloso...
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