Tendré que empezar por olvidar esas sensaciones, olvidar el sol que se cuela y penetra en cada escondite... Sacar de mi mente al viento... Ese que mece los recuerdos que alguna vez fueron sueños; tal vez ese que un día hizo volar por siempre las faldas que cubrían mi niñez... Ese que dejó a la luz mi lado más débil... Y amenazó con llevarse todo lo que un día fue necesario para poder sonreír. El viento que me hizo pensar que si no me sujetaba bien me llevaría con él... El viento... Ese que roza mi cara y me lleva a vivir cosas únicas, ese que se roba la tristeza. El que hace que me estremezca de pies a cabeza, el que sigue mis pasos y me hace seguirlo... Él, que juega con mi pelo... El viento, tendré que olvidarlo; pues ahora me acompaña la calma... Sentiré su ausencia... La del viento; que me recuerda esos días, que me recuerda esos tiempos... Esos de los que me quiero olvidar.