lunes, 15 de agosto de 2011





Y llegas al final y te das cuenta que entregaste todo, que aunque mucho no fuera, para ti era todo... Empiezas a ver a la otra persona más pequeña y te das cuenta que tomó otro camino, que te deja atrás y que tú la dejas atrás también. Sientes un vacío, vas a tener que recordar como estar sola, empiezo a aprender a estar conmigo misma. Duelen un poco los huesos, un poco más duelen los ojos; el camino deja de ser uno para separarse y convertirse en dos; no sabes cual elegir, pero tienes que elegir uno que esté solo. Tienes que intentar olvidar, no se puede; entonces tienes que intentar no recordar; los recuerdos están, pero tal vez se pueda hacer que no aparezcan. Te preguntas cuánto tiempo será necesario, cuándo vas a dejar de extrañar. Te encuentras sola, contigo y miras al cielo, a ver si ahí, tal vez, aparece la respuesta.

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